Cuando nos encontramos sumergidos en problemas personales, de trabajo o amorosos, tenemos dos opciones, afrontarlos o darnos por vencidos. Si aceptamos el reto y nos sobreponemos, estaremos apostando a la capacidad que adquirimos para recuperarnos y seguir proyectando nuestro futuro. Esa habilidad esta englobada en la definición de resiliencia, de la cual conocerás más a continuación.
¿Cuál es la definición de resiliencia?
Se conoce como la facultad que una persona posee para adaptarse y afrontar situaciones difíciles, adversas e incluso traumáticas. También abarca la actitud luego de que las supera y vuelve a la normalidad, para vivir mejor que antes.
Ejemplos de circunstancias complicadas son la muerte de un familiar, abuso sexual, separación, diagnóstico de enfermedad grave, entre otros.
En los inicios del estudio de la definición de resiliencia, se pensaba que era una característica innata, pero no es así. En muchos casos, el individuo desconoce que posee esa habilidad hasta que se encuentra frente a un momento inusual. Es decir, la persona puede desarrollarla a cualquier edad.
Características de una persona resiliente
Una persona se dice que es resiliente, cuando es capaz de convertir el dolor en virtud, se fortalece y toma decisiones asertivas. Las conductas, pensamientos y emociones dentro de la definición de resiliencia las puede desarrollar cualquier persona. Sin embargo, podemos saber quién es resiliente si presenta las siguientes características.
- Conocen cuáles son sus talentos y debilidades para usarlos a su favor cuando se proponen metas objetivas
- Son ingeniosas, cuando algo cambia actúan diferente para transformar su experiencia, es decir, de todo lo malo saca algo bueno
- Practican el hábito de mantenerse presentes en el ahora, sin pensar en el pasado, además de aceptarse sin culpabilidad
- Creen plenamente en sus habilidades, se sienten seguros de poder alcanzar sus objetivos y no los pierden de vista
- Para ellos las dificultades son oportunidades de aprendizaje, generan un cambio y crecen sin desfallecer
- Evitan controlar las situaciones para no sentirse estresados ni culpables
- Cuando se encuentran frente a un cambio, son lo suficientemente flexibles para cambiar sus objetivos si es necesario
- Tratan de estar cerca de personas positivas para cultivar amistades y apoyarse mientras evitan a aquellas inestables emocionalmente.
- Ante los contratiempos destacan su sentido del humor para mantenerse optimistas y sacar lo positivo.
- La perseverancia es su aliada, luchan por lo que les motiva y aunque sean flexibles no renuncian a sus metas.
- Se respaldan en su círculo social luego de pasar por complicaciones para lograr superarlas.
Tipos de resiliencia
La definición de resiliencia, según los expertos está íntimamente relacionada a la autoestima. Por eso, lo mejor es educar a los niños desde pequeños. Pero además de lo personal, también encontramos el término en diferentes ámbitos, si los deseas conocer, aquí te los presentamos.
Resiliencia ambiental
En la ecología, se refiere a aquellas comunidades capaces de equilibrarse luego de sufrir perturbaciones momentáneas. Además, recuerda que el estilo de relacionarse con el medio, no se modifica. Para considerarse resiliente, debe contener buena cantidad de especies que le ayuden a sobrellevar los cambios.
Resiliencia organizacional
Hace mención a la estabilidad emocional de los empleados. Cuando a la organización se le presenten situaciones laborales inesperadas, ellos actúan según su capacidad. Los cambios harán relucir sus destrezas para afrontarlos y sacar adelante a la empresa.
Resiliencia jurídica
En derecho, es la facultad que el individuo posee legalmente, enmarcado dentro de los derechos humanos. Puede recuperar su estado de libertad, inocencia e igualdad. Esto sucede después de haber sido sometidos a acciones jurídicas.
¿Cómo podemos aumentar la resiliencia?
A pesar de que en cierto momento apliquemos la definición de resiliencia, podemos ayudar a aumentarla. Para ello, existen diversos factores como entablar buenas relaciones con familiares y amigos, trazarse metas alcanzables o realistas. Adicionalmente debemos aceptar los cambios, despreocuparnos por los problemas insuperables y poner en marcha mejores estrategias.
A medida que pasa el tiempo y se presenten los obstáculos que nos generen impacto, sabremos qué tan resilientes somos. Dolores físicos o emocionales, incertidumbres o tristeza también son aspectos inusuales que ameritan nuestro mejor esfuerzo para superarlos. No dejes que algo te impida alcanzar tus planes de vida con ilusión, pon en práctica la resiliencia.
