Se atribuye la definición de hostil a el comportamiento, acción o actitud que se muestra contrario o adverso en ciertas situaciones. Esta palabra no es más que un adjetivo, y el mismo proviene del latín hostilis.
¿Cuál es la definición de hostil?
Al hablar de hostil u hostilidad, definimos la manera en que las personas suelen demostrar sus inseguridades y miedos que sienten ante determinadas situaciones. Por lo cual, las mismas pueden manifestarse de diferentes maneras. En este sentido, este comportamiento expresa que un individuo está propenso a la agresividad. Como ejemplo de esto; “no le comentes a María por su expareja, se coloca hostil al mencionarlo”.
De igual manera, la hostilidad trata de las actitudes negativas que damos a entender, debido a que estamos molestos. Los ejemplos más comunes de hostilidad son el caso de niños que no soportan los maltratos escolares. Así como los adultos que padecen abusos de su pareja, o los que están padeciendo acosos laborales.
Hasta casos más fuertes, como los extranjeros que son discriminados en las nuevas tierras, que escogieron para vivir. Todos estos casos mencionados anteriormente, son los ejemplos más frecuentes de hostilidad.
De qué trata un ambiente hostil
Como ya lo mencionamos en la definición de hostil, cuando estamos molestos por algo o alguien nos sentimos en un ambiente de hostilidad. Por este motivo, este ambiente lo podemos padecer en el área de trabajo, cuando somos empleados y nos sentimos inconformes. También se pueden sentir molestos, por las malas condiciones laborales o la manera como son tratados por sus superiores.
Por otra parte, un ambiente hostil también puede ser cualquier espacio público, el transporte urbano, una oficina gubernamental, entre otros. Todo esto debido, a que son los sitios donde te puedes sentir expuesto a situaciones desagradables. En este sentido, los lugares que padecen climas hostiles, desembocan en violencias, peleas y hasta agresiones.
Ejemplos comunes de hostilidad
La definición de hostil nos indica que puede manifestarse de diversas formas. Por lo cual, mientras en algunos casos son sutiles, en otros solo son frases con tonos de burla o empatía. En ciertos casos, la hostilidad suele ser de manera directa, como con sucesos o problemas físicos y verbales. Los mismos, solo buscan intimidar a las personas para ocasionarles daños emocionales y hasta físicos. Algunos ejemplos de hostilidad pueden ser:
- “si solo sabes decir cosas insensatas, mejor quédate callado”.
- “pedro siempre me pregunta por mi mujer, aun sabiendo que nos separamos después de que me fue infiel”.
- “un amigo me lanzó por las escaleras, al descubrir que soy gay”.
- “no me importa tu opinión, no aportaste nada bueno a esta institución”.
¿Cómo podemos controlar la hostilidad?
Detrás de lo que conocemos como la definición de hostil, existen dos ideas principales. En la cual la primera trata, de que todos tenemos que relacionarnos bien, pero la vida no es así. Todo esto por la sencilla razón, de que todo no es color de rosa ni tampoco tan sencillo.
En la segunda idea, trata del pensar que las personas que no cumplen con las reglas, tienen que ser castigadas. Como en el caso, de que la pareja se somete al otro para evadir el problema, ocasionando violencia por acumulación.
Por este motivo, debes escapar de las creencias de que es bueno desahogarse, eso solo te conllevará a riñas. Por el contrario, debes relajarte e identificar que es lo que te ocasiona ese malestar. De esa manera, tomarás conciencia de tus reacciones de hostilidad como tensiones musculares, calor, o aceleración de las pulsaciones.
En el caso de nuestras parejas, debemos aceptar que también tienen derecho en ciertas ocasiones a estar irritados. Por lo cual, es mejor que lo ignores en ese momento, dirigiendo las conversaciones a temas que le gusten. Recuerda que la clave está en la buena comunicación, evita formalidades y trata de ser indiferente ante su comportamiento hostil.
